El reflejo es el espejo del alma...


El espejo
Reflejos de mi rostro me saludan desde el otro lado del cristal. 
Horrendo es el suplicio de vivir atrapado en la cárcel de una pose. 
Un interior asoma al mirar a los ojos de nuestro hermano gemelo. Dueño de su destino, es aquel que convive en armonía con su reflejo en el espejo.



Soy de esas personas que se queda viendo el espejo, no porque me admire; todo lo contrario, tan solo busco encontrar algo mas que un simple cuerpo, como si pudiera ver mi alma. 
Y siempre termino sintiendo el mismo vació existencial, no se ve nada, no se siente absolutamente nada. 


No deberían existir los espejos. En realidad no deberíamos conocer cómo nos vemos cada uno, solo los mellizos y gemelos tendrían ese privilegio, con perdón de mi inexactitud. El saber cómo nos vemos, no físicamente, sino conocer nuestro propio rostro nos condiciona nuestra exteriorización de la personalidad pura, la cual al o dejarla salir golpea desde adentro nuestro rostro y lo modifica a su vez.
Igualmente no somos los creadores de la función del espejo, el agua con su reflejo existían desde antes que el ser humano y la vida en sí misma. Aunque somos los responsables de mirarnos…de sentirnos obligados a hacerlo…


















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